INDUSTRIA CRFIC ANUNCIA PREMIOS
- Los jurados premiaron cinco proyectos de Costa Rica y Guatemala.
- Las películas se repartieron 7.5 millones de colones en incentivos.
- Cuatro empresas patrocinadoras otorgaron premios en servicios.
San José, Costa Rica, martes 28 de abril de 2020 – La sección Industria CRFIC del 8º Costa Rica Festival Internacional de Cine, que se realizó en modalidad virtual debido a las restricciones de movilidad provocadas por la pandemia del virus COVID-19, anunció los proyectos premiados con incentivos y servicios que contribuirán a su evolución y culminación. #CineQueSeExpande
En la categoría de Foro de presentación de proyectos, exclusiva para largometrajes costarricenses en etapa de desarrollo, el jurado decidió otorgar el Premio de 2.5 millones de colones para la financiación de la etapa de desarrollo o producción de un proyecto a la película La casa de playa, dirigida por Kim Elizondo y producida por Gabriela Fonseca, “por tratarse de una ópera prima que cuenta con el potencial de retratar un universo particular y mostrar a través de sus dos protagonistas un juego de poder que encierra las propias contradicciones personales y del ambiente en que se mueven. Esperamos que este estímulo fortalezca el proyecto y logren concretar un buen equipo de actores y locaciones particulares que junto con un guion bien trabajado podrá explotar las cualidades que el retrato de esta mujer, sus contradicciones y las sombras que esconde el paraíso en el que se mueve, nos propone”.
La también cinta costarricense Amor es el monstruo, dirigida por Ernesto Villalobos y producida por Alejo Crisóstomo, recibió el Premio “Cine House”, consistente en préstamo por 2 días de equipo completo de cámara y camión de luces, patrocinado por la compañía líder en alquiler de equipos cinematográficos en Centroamérica. El jurado consideró que es “una propuesta sólida, con una historia fuerte y tierna a la vez, contada a través de una protagonista conmovedora que nos lleva a reflexionar sobre aspectos complejos de la vida y el amor. Es un thriller valiente y original que puede llegar a generar un impacto profundo en el espectador. Creemos que la propuesta está en un estado avanzado de desarrollo y esperamos que este premio contribuya a su realización”.
Por su parte, los dos premios de 2.5 millones de colones correspondientes a la categoría de Cine en posproducción recayeron sobre la película guatemalteca Roza, dirigida por Andrés Rodríguez y producida por Joaquín Ruano; y el documental costarricense El hombre de piel manchada, dirigido por André Robert y producido por Gimena Cortés, respectivamente.
Según el jurado, Roza es “una propuesta que narra una parte no tan explorada de la inmigración, como es la vida después del retorno. Con una buena propuesta de arte y una cuidada fotografía, nos permite ambientarnos en la realidad cotidiana de los personajes. Esperamos que este premio le permita afinar aspectos de montaje para reforzar la propuesta dramática -sobre todo en reforzar las personalidades de sus protagonistas y en una mejor comprensión del entorno y entender sus decisiones- y potenciar la calidad técnica de color y sonido con la que cuenta”. Mientras, El hombre de piel manchada fue escogido “por sumergirnos en el universo de un hombre que ya no encuentra un espacio en la sociedad actual y acompañarlo en su fascinación con el mundo felino, en su arrepentimiento, en las contradicciones que esto genera. El documental tiene un gran potencial de despertar universos de reflexión, y creemos que el camino que optaron de rever la edición debería enfocarse en obviar tanto la repetición, en trasladarnos de forma orgánica por las contradicciones del personaje y en permitirnos espacios como espectadores para la reflexión”.
Asimismo, El hombre de piel manchada también recibió el Premio Artemisa Lab de posproducción de imagen, consistente en la conversión de file de edición, conforming, corrección de color y máster de Apple ProRes 4k. El premio también incluye alojamiento, alimentación y transporte interno en Uruguay para dos personas del equipo de la película. Artemisa Lab es un laboratorio uruguayo especializado en procesos digitales para la posproducción y finalización de imagen, que cree indispensable que los procesos sean personalizados y se elaboren de acuerdo a las necesidades del proyecto. Por esta razón decide ubicar los laboratorios en Shanty, en la Laguna de Rocha, un hermoso lugar donde los realizadores podrán distenderse en los últimos días de la finalización de su película.
Finalmente, el largometraje documental costarricense La Picada, dirigido por Felipe Zúñiga y producido por Alejandra Vargas, se agenció dos estímulos en servicios: el Premio Say the SAME Subtitles de traducción y subtitulaje a dos idiomas, y el Premio Chisco Arce/Maicero Producciones de posproducción de imagen, “por ser una propuesta con potencial narrativo interesante, que inicia en una exploración más documental para llevarnos a otro universo de ficción. Esperamos que este premio sea un estímulo para que puedan afinar un corte que termine de amarrar estas potencialidades, desarrollando de forma más precisa los personajes secundarios que hacen crecer a la protagonista”.
Maicero Producciones es una empresa formada por Chisco Arce en el año 2004 para la producción y posproducción audiovisual, y desde el 2009 se desarrolla principalmente en el área de la posproducción: edición, corrección de color, efectos visuales y animación. La empresa le otorgó el premio a La Picada “por la naturaleza del trabajo presentado y por las necesidades que exponen en cuanto al tratamiento que se quiere realizar de la corrección de color”.
Por su parte, Say the SAME Subtitles es la empresa líder de traducción audiovisual y subtitulaje para festivales cinematográficos y eventos culturales en México. Ofrece sus servicios desde el año 2005 y colaboran con los principales festivales de cine de México y Centroamérica, así como exhibidores, distribuidores, escuelas de cine y productores independientes.
Ambas categorías de Industria CRFIC, tanto Foro de presentación de proyectos como Cine en posproducción, se realizaron de manera virtual, mientras los miembros del jurado evaluaban las propuestas desde sus países de origen. El jurado estuvo conformado por la productora uruguaya Agustina Chiarino, el cineasta costarricense Ernesto Jara y el productor francés Samuel Chauvin.
La octava edición del Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC), que iba a efectuarse en 16 sedes en todo el país, con la proyección de 77 películas y la participación de cerca de 120 personas invitadas, fue suspendida en cumplimiento de las medidas de salubridad giradas por el Ministerio de Salud y la Comisión Nacional de Emergencias de Costa Rica. El CRFIC es un programa del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica (Centro de Cine) del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ).