Todos somos Oscar
La película nos invita a reflexionar sobre nuestros valores como sociedad, a la intolerancia de ciertas costumbres, gustos o preferencias por no ser estas incluidas dentro del marco religioso que se ha impuesto como regla general y de verdad absoluta en nuestro país y en gran parte de las costumbres latinoamericanas. Todo esto conlleva a un comportamiento distorsionado asociado a múltiples actos como consecuencias de una imposición cruel e injustificada atropellando esto los derechos individuales como ser humano en la escogencia de un plan de vida. Asimismo, el impacto que crea una sociedad comunista y superficial en donde la exigencia de encajar en este entorno creado por un sistema controlador condena a quienes no pueden adaptarse o sostenerse en él. Son tres actos donde Tito Oses interpreta tres personajes de tres Oscar distintos, y cada uno de ellos muestra diferentes realidades que se viven en Costa Rica.